Buenas tardes, nuevamente en el Blog para contaros como fueron esos 42,195 km's del domingo pasado.
Después de todas las dudas generadas durante la tirada de 30km's realizada dos
semanas antes, las buenas sensaciones de esas semanas posteriores (a la
tirada de 30km's) hicieron que me planteara el domingo muy seriamente el
intentar bajar las 3h 18min de Valencia.
La
mañana del Domingo amanecía nublada y lloviendo. Lo de nublado me
pareció genial, pues creo que estoy mejor con menos temperatura que con
calor, pero lo de la lluvia no me sentó tan bien, pero tampoco era cuestión de ponerse "tiquis-mikis".
Llegué
puntual a la quedada de los @TheRedRunners (puntualidad inglesa que me
caracteriza) para hacernos las fotos de rigor e ir comentando las
sensaciones, ritmos previstos y cosillas varias de los días de Maratón.
Desde aquí felicitar tanto a los #RedRunners que corrieron la maratón y
la acabaron, también a los que por alguna lesión no pudieron finalizar, así como a todos aquellos que estuvisteis durante el recorrido animando.
De todo corazón, GRACIAS !!! Sois enormes y no me cansaré de repetirlo. Después de este royo sentimental, os comento todas y cada una de las
sensaciones del domingo:
Una
vez se dio el pistoletazo de salida, y como había previsto, me situé en
un ritmo cómodo que me permitiera y avanzando a todos aquellos que
dicen acreditar una marca, pero saben que ni acabaran la maratón. (a
modo de ejemplo, en mi primera maratón salí en el ultimo cajón y no paso
absolutamente nada y siempre intentaré colocarme en el cajón que me
toque por tiempo previsto). La subida hasta el campo del FCB fue
relativamente cómoda, sin sobre saltos y controlando el ritmo. Estos
primeros 5km's fueron los que hice más lentos en toda la maratón.
Quedaban unos 2 km's mas de ligera "ascensión" para posteriormente y
hasta llegados el km's 11/12 bajar todo aquello que habíamos subido. Con
la tontería me había plantado en la Gran Vía, y ya restaban simplemente
30km's para acabar, y con unas sensaciones inmejorables. Toda la Gran Vía y la subida por Paseo de Gracia, perfecta. Las piernas no se
quejaban y el ritmo era francamente bueno. Lo que se me hizo larguísimo fue la Meridiana, no tenia fin. Y casualmente fue ahí... justo al pasar la
media maratón (1h. 38min 24seg) cuando se me plantearon dudas sobre el
ritmo que llevaba, que por unos momento pensé que me pasaría factura por
la ronda litoral. Es de esos momento en los que te planteas, aflojo y
mantengo, o directamente "hecho toda la carne en el asador".
Efectivamente, habéis deducido bien, toda la carne a las brasas... A
pesar que en las anteriores Maratones de Barcelona se me había hecho larguísimo el tramo del litoral, esta vez no. Otro de los momentos duros
fue pasado el Arc de Triomf. La Ronda Sant Pere se me hizo "el
Tourmalet", la pasé con dignidad pero sufrí. Quizá fuera ese el único
punto donde realmente tuve dudas de si las piernas aguantarian el ritmo.
La"gracia" de esa flojera es que fue en el Km's 37 y a partir de Plaza
Catalunya ya todo bajaba hasta el 40km's (y para que nos vamos a
engañar, llegados a ese km's tiras (perdón por la expresión) con los
cojones si hace falta). Y llegamos al km 40... (que rápido se cuenta aquí y cuantos kms llevo en las piernas para llegar ahí...) realmente me temía que el ritmo que había llevado me pasara factura en el Paralelo,
porque si, el Paralelo sube, y sube más después de llevar en las piernas
40km's, por suerte no fue así, mas bien al revés, y subí hasta el km's
42 con cierta holgura y frescura. Si, si... hasta el 42... por los 195m
que me quedaban, y más después de ver en la recta de llegada tanto a mis
padres como a Montse, fueron uno de los 195m más alegres que he hecho
nunca.
El
crono lo paré en 3h 15min 29seg. Mejor marca personal en maratón. Y
rebajando casi 15 minutos mi marca en la Maratón de Barcelona 2012.
Como
hice en la anterior entrada, dar las gracias a todos los que estáis ahí, aguantándome, corriendo conmigo o simplemente escuchando y/o leyendo
esta batallitas.
Yo,
por mi parte, seguiré trabajando, seguiré metiendole km's a las piernas
e intentaré mejorar para, quizá alguna vez, parar el crono por debajo
debajo de las 3h. Pero también os digo, que en el momento en el que deje
de disfrutar corriendo, pararé... Esto no es una obligación, es un
placer... Y mientras siga disfrutando haciendo km's, intentaré mejorar.
En el momento que no mejore tiempos, no pasará absolutamente nada,
porque la esencia por la que corro no radica ni en horas, ni en minutos,
ni en segundos. Radica en todos los buenos ratos que comparto, tanto en compañía como en soledad. En esos km's buenos, en los regulares y en
los malos. Mientras correr consiga sacarme una sonrisa seguiré haciendo
km's.
Salud y km's
Carlos
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